miércoles, noviembre 28, 2007

Carta a los violentos dentro del Movimiento Estudiantil

Ya no aguanto.

La consciencia no me deja en paz y no puedo olvidar las palabras del estudiante pacifista
que hoy, en la asamblea estudiantil de las 8am de la Universidad Católica recibió ovación al
decir que si no se atendía a la fuerza de nuestra razón, se atendería a "La Razón de la Fuerza".
¿Qué carajo se creen los estudiantes que aplaudieron a ese pseudopatriota que se vanagloria de su valentía y la fuerza que tienen los que como él, que no me queda duda ven en esto un juego donde demostrar el tamaño de sus miembros por sabe quien qué razón?. Estoy molesto, estoy arrecho, estoy disgustado, pero sin embargo, mi reacción no es ir a matar al individuo que dijo esas palabras. Pareciera que para muchos, borrachos de machismo, la única salida para este país fuera matar al otro simio que gobierna la región.

Queridos compañeros violentos:
¿Cual es su plan de gobierno?
¿Cual es su plan maestro para acabar, de la manera violenta, con los problemas de nuestra nación?
¿O solo actúan a partir de frustración y han sido tan maleducados que lo que no tienen deben arrebatarlo?

Cuando el Movimiento Estudiantil estaba en sus inicios puse gran parte de mis esperanzas en él por distintas razones. Por primera vez los estudiantes jóvenes actuaban de manera masiva, se hablaba de reconciliación y las consignas llamaban a la paz. Pero bien lejos de eso estamos, y actuando con la inmadurez propia de personas que no han aprendido a vivir en ciudad, es probable que causemos más daño que bien a este país.

Díganme ustedes, violentos, ¿cuál de ustedes quiere ser el primer muerto? ¿Cuál de ustedes va a bautizar con la sangre de otro al movimiento pacífico y democrático?, háganmelo saber para no volver a acercarme, pues son criminales en potencia y la peor amenaza de una sociedad.

El movimiento violento (pues debo admitir que hay algunos, que aunque me inclino a pensar que son minoría, creen en principios democráticos y en el juego pacífico de la política), no es más que el reflejo del problema principal que tiene este país.

Quítate tu pa’ ponerme yo.

Quítate tu pa’ ponerme yo.

En eso hemos estado desde que Venezuela es República y no terminamos de entender que una nación divida es una nación de débiles, una nación pobre, una nación donde algunos despilfarran los recursos en viajes a Miami como hace unos años o Hummers de último modelo como está de moda, y calles donde gobierna el miedo, la pobreza y el desempleo. Entiendo que a la mayoría de las personas se les haga difícil entender conceptos como igualdad humana, derechos universales y paz posible. Pero, ¿no es mucho más sencillo, mucho más fundamental, entender la idea de conciudadanos, de compatriotas? Chávez no es el enemigo. El enemigo de este país son las ideas de cada una de las personas que con machismo y bravuconería, como mi compañero del movimiento estudiantil, que llaman a la violencia, a la discordia, al sectarismo y los valores coloniales que tanto daño nos han causado.

Basta de pensar como simios enfurecidos, basta de creer que las armas, los palos y las botellas arreglarán nada. La violencia es lo más peligroso que puede conseguir una nación, y ustedes, estudiantes violentos, están logrando promoverla.
Actuar en defensa no es una excusa, la democracia, como muchos de ustedes les encanta repetir, no se negocia. O se es violento o se sigue la constitución.
La última vez que escuché el argumento de la defensa fue durante el conflicto entre Israel y Palestina. La violencia SOLO genera más violencia.

No hay nada de nuevo en su movimiento.

Son la misma oposición que fracasó tantas veces antes. Es el mismo pensamiento reaccionario y emocional que tenemos desde que vivíamos en cavernas.

¿Y ustedes creen que hemos avanzado mucho desde entonces?

Cuando escucho como la gente aplaude a los que promueven la violencia, me convenzo más aun que somos simios glorificados.

28 noviembre 2007